Por: Andrea Guzmán
Fuente: Forbes
“A partir del día de hoy, Shopify es una empresa digital por defecto. Mantendremos nuestras oficinas cerradas hasta 2021 para poder reconfigurarlas para esta nueva realidad. Y después de eso, la mayoría trabajará permanentemente de forma remota. La centralidad en la oficina ha terminado”.
Este tuit de Tobi Lutke, el CEO y fundador de Shopify, salió a la luz en mayo de 2020, cuando la pandemia por el COVID-19 llevaba tan solo un par de meses rondando países como México, Canadá y Estados Unidos. Casi un año después, la pandemia continúa, sin embargo, el mundo cuenta ya con la esperanza de las vacunas cada vez más presente y un regreso a la normalidad que no es tan lejano.
Aún así, hay algo que se estima no regresará a la manera en que era antes: el mundo laboral.
Además de Shopify, empresas como Facebook, Twitter, Spotify y Upwork han estado al frente de la llamada “revolución del trabajo desde casa” permitiendo que sus empleados trabajen desde donde quieran. Y para justificarlo, enlistan una serie de razones como las siguientes:
- Les permitirá ahorrar horas de tráfico y transporte, contribuyendo a contaminar menos
- Tendrán más tiempo de calidad con sus familias
- Podrán ahorrar dinero al no tener que pagar precios de renta exorbitantes para estar cerca de la oficina
- Podrán atender temas de salud física y salud mental
Por su parte Hayden Brown, la CEO de Upwork, estableció la postura de su empresa: “De ahora en adelante, el trabajo remoto será el común denominador para todo el mundo, mientras que los empleados podrán reunirse (cuando sea seguro) para colaboración y socialización intencional.”
Por otro lado, hay empresas que han optado por un modelo híbrido en donde los empleados pueden decidir si ir o no a la oficina. Esto brinda flexibilidad para aquellos que sienten que ir a la oficina un par de días a la semana les brinda un espacio cómodo para trabajar fuera de casa.
Y es que muchos críticos de este nuevo modelo de trabajo se enfocan en la pérdida de cultura laboral, valores de la empresa y socialización con los empleados. ¿Podrán mantener una cultura fuerte si no se ven todos cara a cara todos los días? Muchos aseguran que no. Otros creen que esto sí es posible, pero es cuestión de sofisticar la manera en que están trabajando remotamente.
Tenemos que entender que esto es un WIP (work in progress/trabajo en progreso) pero que los beneficios que han identificado las empresas no son sólo importantes para los empleados, sino que permiten tener una cultura más colaborativa y mejores resultados a largo plazo. La verdadera pregunta que nos debemos hacer es: ¿qué permite que los empleados tengan un mejor rendimiento no sólo en el trabajo, sino en su vida en general?
Para nosotros, el trabajo remoto es indiscutible y creemos que llegó tarde a escena. Los beneficios que trae consigo para la vida de las personas son evidentes, comenzando simplemente por el hecho mismo del concepto de “libertad” y responsabilidad individual que trae consigo este formato. Añadiendo que regresa horas a la vida de las personas, entre muchas otras bondades. ¿Cuál es el formato ideal? Creemos que no hay regla, y cada empresa tiene una situación puntual y necesidades diferentes. Lo que sí sabemos por experiencia propia es que se puede mantener una identidad, cultura, e integración de manera remota. Claro, nos encantaría el convivio presencial con nuestro equipo para colaboración esporádica, y creemos que es sano además de divertido! Pero no es excluyente de mantener rendimiento y cultura.
La pandemia orilló a todos a probarlo, y al parecer para varios llegó para quedarse, o al menos para romper con el esquema tradicional y ofrecer nuevas opciones. Y ésto, probablemente sea de las pocas consecuencias favorables que esta situación ha traído a la humanidad. De no ser por ella, este cambio cultural hubiera tardado décadas en construirse.